El seguimiento de las relaciones internacionales y de la política exterior de nuestro país es una tarea estratégica de diversas organizaciones civiles que consideramos que en muchos de los espacios multilaterales o bilaterales, se toman decisiones fundamentales para la población, que generalmente no recogen la opinión ciudadana. Por ello el posicionamiento en cumbres y espacios internacionales, es una oportunidad de incidencia política para las OSC.
Considerando el tema del Coloquio, nos centramos en el análisis del papel que la sociedad civil ha jugado antes, durante y después de la puesta en vigor del Acuerdo Global (AG) México-Unión Europea (2000), el primero que la UE firmó con un país de América Latina; como muestra de un proceso complejo de negociación-cabildeo, que ha dejado aprendizajes, para las OSC y las instancias de gobierno participantes.
A pesar de haber sido excluidas de una decisión de política exterior tan importante, las organizaciones civiles mexicanas y europeas movilizadas por las negociaciones, coincidimos en que había elementos rescatables y aspectos delicados dentro del Acuerdo Global que ameritaban una discusión, como el impacto en los derechos humanos de las inversiones europeas en México, el cambio del sentido y prioridades de la cooperación; el déficit comercial que presentaba el país respecto sus relaciones con la Unión Europea, además de la institucionalización del diálogo entre sociedad y gobierno.
El Acuerdo Global entre México y la Unión Europea (UE) dota al Consejo Conjunto de todas las atribuciones para tomar decisiones, lo que significa que solo los poderes ejecutivos participan y pueden modificar el Acuerdo. Los parlamentarios han podido seguir el proceso y solo ofrecer su punto de vista. Para el caso de México resulta contrario a la Constitución que prevé que asuntos de alcance internacional como los acuerdos entre Estados, solo deben ser ratificados por los Senadores.
Las OSC de ambos lados, propusimos mecanismos para incidir en los espacios de negociación y toma de decisiones tanto en la UE como en México, para que los derechos económicos, sociales, culturales, ambientales, políticos y civiles, sean garantizados y promovidos en el marco del Acuerdo Global; dar seguimiento a la aplicación de la Cláusula Democrática (plus del Acuerdo) pero también para observar la evolución de sus componentes económico, de cooperación y diálogo político.
El interés no sólo se centró en la incidencia en el ámbito de las instituciones gubernamentales, relacionadas con el Acuerdo Global, sino también para ampliar el diálogo político entre los poderes Ejecutivos y la sociedad. La defensa de la participación que hemos hecho, no cuestiona la legitimidad de las instancias gubernamentales, más bien busca ampliar la interlocución de la sociedad civil y sus opciones de incidir.
En razón del seguimiento al IV Foro de Diálogo entre sociedad civil y gobierno, en julio del 2011, el Grupo de Interlocución y Negociación planteó que la institucionalización del diálogo entre las Sociedades Civiles de México y la Unión Europea, para que sea eficaz requiere de cuando menos tres mecanismos: i) Los Foros de Dialogo, ii) el Observatorio Social sobre las comunidades de los dos espacios geográficos derivados del Acuerdo Global, así como de la Asociación Estratégica entre México y la Unión Europea, iii) y el Comité Consultivo Mixto (CCM), para mantener un diálogo permanente y directo con el Comité Conjunto, que sea además el enlace institucional entre las Sociedades Civiles y los Gobiernos.
La ausencia de este último mecanismo (CCM) ha impedido que haya continuidad en el diálogo entre las cuatro partes, provocado que se dispersen las recomendaciones de los cinco Foros realizados y que las propuestas de la sociedad civil no se concreten, ya que falta un instrumento de interlocución y negociación formal.
Se ha tratado de asegurar la participación de la sociedad civil europea y mexicana en el monitoreo, cumplimiento y evolución del Acuerdo Global; así como proponer criterios, estrategias e instrumentos que permitan construir mecanismos apropiados para asegurar dicha participación. Particularmente el Comité Consultivo Mixto ayudaría a:
Transparentar la información, así como el acceso a datos y cifras concernientes al Acuerdo Global y su implementación.
- Ampliar y diversificar la consulta con la sociedad civil y poderes políticos en vista de superar los vacíos del Acuerdo.
- Diseñar medidas – propuestas para la evolución del Acuerdo Global.
Finalmente, antes de la verificación del V Foro, en noviembre del 2012, el gobierno mexicano convino con las organizaciones mexicanas, promotoras de la participación institucionalizada, formalizar el Mecanismo Consultivo para el Diálogo Sociedad Civil- Instituciones de Gobierno México- Unión Europea, así como a sus representantes por sector, 15 en total.
Definimos al Mecanismo Consultivo para el Diálogo, como un órgano de representación de la sociedad civil, para la interlocución directa con los representantes de los Estados, que tendrá que ser reconocido en esa calidad (interlocutor) por parte de los gobiernos, para presentar sus recomendaciones y propiciar acuerdos para su seguimiento.
Los(as) representantes de los diversos sectores sociales y económicos que participen en el Mecanismo, tendrán que ser elegidos por las propias organizaciones interesadas en el seguimiento del Acuerdo Global, para lo cual tendrían que definir los criterios y espacios para su nombramiento bajo un proceso abierto y democrático.
En la propuesta convenida con el gobierno mexicano, el Mecanismo tiene las siguientes facultades:
a) Impulsar la participación ciudadana y de las organizaciones de la sociedad civil, en el seguimiento y evaluación de los impactos del Acuerdo y promover la formulación de opiniones y propuestas de ajuste en su operación.
b) Llamar a diversos ejercicios de democracia participativa, tales como diálogo social, diálogo político, dictámenes, opiniones, debates, etc. En el entendido de que estas actividades no sustituyen ni institucionalizan el trabajo de cabildeo que realizan y seguirán realizando las organizaciones civiles y sociales.
c) Ser vehículo para hacer llegar al Consejo Conjunto, en audiencia anual, las evaluaciones del impacto del acuerdo hechas por los Observatorios Sociales (OS).
d) Elaborar recomendaciones a los gobiernos ante procesos o acciones producto del Acuerdo que no respeten las normas ambientales o sean violatorias de los derechos humanos. Dichas recomendaciones estarán basadas en el trabajo del OS y serán llevadas al Consejo Conjunto a través de audiencias.
La Secretaría de Relaciones Exteriores, con base en su capacidad, apoyará la labor del Mecanismo Consultivo, facilitando la comunicación entre sus integrantes a través de la infraestructura institucional con que cuenta.
Pero también se precisa que el Diálogo entre las Sociedades Civiles de México y la Unión Europea, con sus Gobiernos, se mantendrá y tendrá su espacio natural en los Foros que se llevan a cabo en forma bianual, y en las reuniones por sector y generales que sean convocadas cuando alguna de las partes lo considere necesario. En estos espacios participaran todas las organizaciones interesadas, sin exclusión ni limitación alguna.
Consideramos que, si bien ha sido un proceso largo de cabildeo entre sociedad y gobierno, para la institucionalización de la participación social, la sostenibilidad de nuestras propuestas y la madurez en la negociación, nos permitieron contar con un Foro de Diálogo formalizado, que ocurre cada dos años, un Mecanismo de Diálogo entre OSC e instancias de Gobierno del lado mexicano, novedoso por su representación-composición de cinco sectores de la sociedad civil: Sindicales, ONG, campesinas, empresariales y de la academia, reconocidos por los gobiernos, además de un Observatorio Social diseñado y en gestión.