Las organizaciones de la sociedad civil ante un cambio de épocaArmando Chaguaceda

Los sujetos, acciones, organizaciones y libertades de la llamada sociedad civil –o, en una acepción más utilizada actualmente, los actores organizados del espacio cívico– enfrentan en México y en todo el orbe las dinámicas de un cambio de época que está redefiniendo sus identidades, agendas y metas. El auge global de los autoritarismos y populismos, de distinto signo ideológico, se conjuga hoy con la persistencia de problemas de vieja data como la pobreza, desigualdad y corrupción; al tiempo de coexistir con la irrupción de otros como el auge del crimen organizado o los éxodos migratorios de más reciente agravamiento.

Todos estos fenómenos impactan, directa y severamente, la labor de la sociedad civil, las libertades y oportunidades del espacio cívico. Para activistas y organizaciones mexicanas, la toma de conciencia de ese proceso, en sus modalidades locales, obliga a entender y reformular los escenarios en los que desarrollan sus diagnósticos y su incidencia social. Las esferas en las que actúan son muchas y de notable importancia. Como plantea Clara Jusidman (2025) “Un grupo de organizaciones se dedica a prestar servicios directamente a la población, otro defiende los derechos de personas y colectivos frente a perpetradores de abusos, otros más promueven legislación, políticas públicas y desarrollo de instituciones del Estado, vigilan y transparentan su desempeño, exigen transparencia y acceso a la información y denuncian la corrupción. Las organizaciones y movimientos ciudadanos detectan y colocan en la agenda nacional problemas y necesidades que surgen en el territorio sin que las autoridades los hubiesen percibido. Es notable su capacidad para innovar y desarrollar buenas prácticas, incorporar nuevas tecnologías y estar al tanto y participar en los desarrollos internacionales que permiten un beneficio para las poblaciones nacionales”.

Entre 2018 y 2024, afirma Olvera (2024), asistimos a la paulatina construcción de una nueva hegemonía política, donde el ascenso al gobierno de una opción política (Movimiento de Regeneración Nacional, Morena), ratificada mayoritariamente en las elecciones un sexenio después, condujo a la captura de las principales instituciones estatales por un proyecto político de izquierda iliberal y populista. El proceso ha derivado, a la postre, en un cambio de régimen, ocurrido a la vista de todos y en cámara lenta. Pasamos del régimen de la transición –una democracia de baja calidad (Chaguaceda, 2016), con enclaves sociales y territoriales autoritarios– al régimen de la autocratización -un orden híbrido, donde fisiología autoritaria y anatomía democrática se combinan (Aguilar, Castro y Monsiváis, 2025). Todo ello, sin rupturas violentas –como las clásicas revoluciones o golpes de estado– que levantasen las alarmas en el entorno nacional e internacional. Un cambio político que combina la exhibición de amplios apoyos sociales y la incapacidad para resolver graves problemas estructurales de la nación.

Para una sociedad civil como la mexicana –tradicionalmente heterogénea, fragmentada y desigual en sus idearios, recursos y objetivos-– esto nos pone ante el reto de plantearnos algunas preguntas: ¿qué hemos sido desde nuestro origen? ¿qué somos hoy? ¿qué podremos seguir siendo en las nuevas condiciones del país?

Para responderlas, se propone la discusión en tres dimensiones:

  1. El estado delpluralismo, en tanto condición del entorno sociopolítico en que operan las organizaciones y al interior de ellas mismas: ¿qué somos, con quienes convivimos? ¿Quiénes son nuestros aliados, adversarios y potenciales destinatarios de nuestra acción y discurso? ¿Creemos, en tanto sujetos, y queremos, como realidad deseable, una sociedad y sociedad civil diversas, dentro de un sistema político pluralista?
  2. La coherencia de laautonomía, en tanto la visión de cómo pensamos nuestro nexo con ese mundo y el quehacer para transformarlo. ¿Entendemos que es posible y necesario aliarnos con otros actores –estatales, empresariales, otras organizaciones– sin entregar la decisión sobre las metas, ideas, valores y sujetos que componen nuestras organizaciones? ¿Valoramos el defender nuestra independencia –siempre relativa– de la influencia, a veces avasalladora, de poderes políticos o fácticos?
  3. El ejercicio de la incidencia, en tanto modo de acción que –en una sociedad relativamente abierta y bajo un sistema limitadamente democrático– ha caracterizado el horizonte del quehacer como activistas y organizaciones, de cara a las autoridades nacionales y a la sociedad, ¿es sostenible? ¿Acaso son la protesta, la propuesta y la coordinación sectorial, basadas en reivindicaciones de derechos y no en el usufructo de peticiones y particularismos, lo que define la agenda de nuestro quehacer, en el escenario actual de cara al futuro previsible?

Este texto plantea unas interrogantes básicas, pero no lo hace desde una indefinición ajena a la compleja coyuntura. En sintonía con otras miradas como la que Olvera (2023) defiende, con las siempre necesarias renovaciones que nos impone la vida, al pluralismo, la autonomía y la incidencia como pilares identitarios, constitutivos y operativos de las organizaciones civiles, nuestra labor es clave y servirá para fortalecer los espacios, derechos y sujetos que, pese a los cambios de época, defienden en el país y el orbe un proyecto democrático. Si renegamos de estos elementos, por presiones del entorno o por cálculos de beneficio, tal vez sobrevivamos como organizaciones legalmente inscritas, pero seremos parte de un proyecto distinto al que nos define como vehículos de y para una ciudadanía activa, consciente y empoderada. Toca a cada uno, en la soberanía de su reflexión individual o colectiva, decidir el lugar que ocupará en esta época de cambios de la sociedad y política mexicana, latinoamericana y global.

Referencias

  • Aguiar, Azul, Rodrigo Castro Cornejo, Alejandro Monsiváis-Carrillo. Is Mexico at the Gates of Authoritarianism? en Journal of Democracy, Vol 36, No 1, pp 50-64, enero de 2025.
  • Aguilar Rivera, José Antonio. Autocracia: señas de identidad, Literal Magazine, 30 de marzo de 2025.
  • Jusidman, Clara. La importancia del espacio cívico, El Universal, 21 de abril de 2025.
  • Olvera, Alberto J. La sombra del caudillo y el cambio de régimen en México, Nexos, Blog de la Redacción, 25 de junio de 2024.
  • Olvera, Alberto J. Los riesgos de la restauración, Nexos, Blog de la Redacción, noviembre 28 de 2024.
  • Olvera, Alberto J. Resistencia civil y proyecto autoritario, Nexos, Blog de la Redacción, marzo 1 de 2023
  • Russo, Juan y Armando Chaguaceda, “México: contexto y dimensiones de una ciudadanía precaria” en Katya Rodríguez, Carmen Rosa Rea Campos y Juan Russo (coord.), Ciudadanía y grupos vulnerables en México, Universidad de Guanajuato, 2016.
  • Ulloa Aguirre, Pablo Armando. “Las organizaciones de la sociedad civil en México: propuestas para su fomento” en Revista Estado, Gobierno y Gestión Pública, no. 36, pp. 187-226, 2021.

 

Nota: Este artículo es una colaboración de Unidos por los Derechos de las Organizaciones de la Sociedad Civil (UnidOSC). Un colectivo nacional conformado por OSC, instituciones académicas y activistas que trabajan por los derechos de las OSC en la promoción, ampliación y defensa de la libertad de asociación, de expresión y de reunión pacífica. www.unidosc.org investigacion@gobiernoyanalisispolitico.org @DMando21 

 

 

Armando Chaguaceda

Integrante de UnidOSC / Profesor de El Colegio de Veracruz / Investigador en Gobierno y Análisis Político AC. Politólogo e historiador. Especializado en el estudio de los procesos de democratización y autocratización en Latinoamérica -con especialización en Cuba, México, Nicaragua y Venezuela- y Rusia.

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