Desde hace algunos años las organizaciones de la sociedad civil han encontrado en los espacios internacionales, un terreno fértil para plantear temas que en sus propios países no han encontrado escucha activa. Es por este interés que las prácticas dentro de los espacios multilaterales poco a poco se flexibilizan y comienzan a integrar las voces de actores no estatales, quienes según Gómez Robledo “ejercen presión sobre los Estados y el propio sistema multilateral para definir y modificar agendas, acuerdos y relaciones en el plano internacional.” (citado en Alejo, 2014). Continuar leyendo…