En julio de este año un provocador artículo de Sarah Bush y Jennifer Hadden bajo el título ¿El fin de la era de las ONG? (2025) puso a reflexionar a una buena parte de los activistas e investigadores que estudiamos el tema. Las autoras demuestran una reducción significativa de su tasa de crecimiento por década a nivel mundial. Mientras que de 1990 al 2000 el número de las ONGs aumentó 42%, entre 2010 y 2020 creció menos del 5%. La explicación de esta reducción, según las autoras, está asociado a la mayor presencia de regímenes autocráticos a nivel global, con la consecuente reducción de democracias nacionales. Este declive en los regímenes democráticos a nivel global al que hacen referencia es evidente. El (2025:1) documentó que “en 2024, 94 países, que representan el 54% de todos los países evaluados, sufrieron una disminución en al menos un factor de desempeño democrático en comparación con su propio desempeño cinco años antes. En cambio, sólo 55 países (32%) avanzaron en al menos un factor durante ese período.”
Otra evidencia de esta relación entre democracia y ONGs está dada por el número de ONGs por cada diez mil habitantes (densidad asociativa) y que ha sido documentada en diversos estudios: Anheier y Salamon (1998), Mertens (2008), Casey (2010), Muñoz Grandé (2015), Chávez y González-Ullóa (2018), Irrázaval y Streeter (2020), entre otros. La determinación del número de ONGs se obtiene de los sistemas de Cuentas Satélite de Instituciones sin Fines de Lucro que constituyen esfuerzos estadísticos nacionales que se han desarrollado principalmente en Australia, Bélgica, Brasil, Canadá, República Checa, Francia, Israel, Japón, Kyrgyzstan, México, Nueva Zelanda, Noruega, Filipinas, Portugal, Tailandia y U.S.A. (Casey, 2016). Esos datos permiten confirmar una disminución en el ritmo de crecimiento en aquellos países que atraviesan por periodos de gobernanza jerárquica o autocráticos. Por lo tanto, la evidencia internacional confirma la hipótesis Busch y Hadden.
Sin embargo, referirse a las ONGs como una suerte de mundo asociativo uniforme, estandarizado y unísono puede llevarnos a invisibilizar una realidad una poco más compleja. Por ello, con ánimo de nutrir este debate planteo que el finde la era de las ONGs, como advierten las autoras, tiene más matices y vertientes explicativas que planteo en tres hipótesis para la reflexión. Parto de la idea de mundo asociativo de Edwards (2013) en donde, efectivamente, las ONGs forman parte de una esfera diferente a la del mercado y el Estado, pero que transitan en formatos y formas asociativas entre esos polos. La siguiente figura ilustra esta idea.
Figura 1. Formatos asociativos de las ONGs en relación con el mercado y el Estado
Si aceptamos la idea de que las ONGs desempeñan un papel político y uno económico, entonces podemos suponer que adoptan formatos asociativos diferentes a partir de una u otra función social. De ser así, para efectos de la explicación de esta idea, al lado izquierdo de la imagen le denominaremos “ONGs-Estado”, y al lado derecho “ONGs-Mercado”. Es en los intermedios de estas tres esferas que emergen tantas posibilidades y combinaciones asociativas como necesidades e innovaciones societales. Conocer con mayor detalle, qué tipo de ONGs son las que están en “peligro de extinción” es importante para no predecir el fin de una era asociativa, sino explicar cómo el fenómeno asociativo se ha diversificado, mutado y ha tomado formas diferentes a las que conocíamos.
Las primeras dos hipótesis que planteo hacen referencia a las “ONGs-Mercado.” En este plano tenemos diversos tipos de organizaciones que oscilan entre las organizaciones tradicionales de asistencia social hasta la frontera de organizaciones de tipo empresarial, muy cercanas ya al imaginario de empresa capitalista. A continuación, algunas definiciones.
- Organizaciones asistenciales. Asociaciones en la tradición del Tercer Sector (Levitt, 1973), (Salamon, 2000) orientadas a la producción y distribución de bienes públicos sin fines lucrativos que tienen como destinatarios a terceros, es decir no miembros o colaboradores de esas organizaciones; donde no hay restricción de distribución de remanentes.
- Cámaras y asociaciones empresariales. Asociaciones de empresarios que se juntan voluntariamente sin un ánimo de lucro per se, sino para la defensa de sus derechos. Se incluyen también las asociaciones de profesionales encargadas de fortalecer su disciplina y definir estándares de formación y conocimientos.
- Sociedades de solidaridad social. Personas que se asocian para trabajar uniendo recursos y esfuerzos para realizar actividades económicas, productivas o de servicios, sin ánimo de lucro individual, con el propósito de mejorar las condiciones de vida de sus miembros y de la comunidad. En este tipo de organizaciones las restricciones para distribuir remanentes financieros entre los miembros son menores.
- Emprendimientos sociales. Iniciativas individuales o colectivas que producen o distribuyen bienes y servicios, pero asociadas a causas sociales y/o ambientales; el lucro es una condición para su sostenibilidad y sus ganancias se distribuyen entre sus fundadores y, eventualmente, entre la comunidad que participa en la iniciativa. Este tipo de organizaciones muestran alta flexibilidad entre formatos nonprofity voluntarios (Salamon & Sokolowski, 2016).
- Organización de ayuda recíproca creada por personas que se asocian voluntariamente para satisfacer necesidades comunes —como salud, previsión, crédito, vivienda o educación— mediante la solidaridad y la autogestión, sin ánimo de lucro. Forman parte del mundo asociativo de las empresas sociales o de la economía social.
- Organizaciones que producen y comercializan productos en donde la generación de ganancias o remanentes sociales se distribuye equitativamente entre sus miembros con el fin de satisfacer sus necesidades de vida y en donde la gobernanza organizacional está determinada por una asamblea que nombra por voto a un Consejo de Administración. También forman parte del mundo asociativo de las empresas sociales (economía social) donde la distribución de los beneficios o excedentes, así como la toma de decisiones, no están ligadas directamente con el capital o cotizaciones aportadas por cada socio (Monzón, 2006).
Dada la pluralidad de formas asociativas en el lado “ONGs-Mercado,” probablemente, como afirman las autoras, asistamos al fin de la era de las ONGs, pero particularmente en su formato de organizaciones asistenciales o caritativas, pero no necesariamente en sus formas de asociaciones de profesionales, cámaras, cooperativas, mutualistas, sociedades de solidaridad social o emprendimientos.
La disminución a la que Busch y Hadden hacen referencia tiene sentido en el caso der las organizaciones asistenciales y de desarrollo que ven limitada su existencia por motivaciones financieras en gobiernos de corte jerárquico que han promovido la reducción de fondos públicos nacionales y de recursos de la cooperación internacional destinados a las ONGs, ocasionados por una idea gramsciana de que las ONGs son intermediarias en la relación entre gobernante–gobierno, que se entromete en esa relación directa.Otra causa es que esos recursos, particularmente los provenientes de cooperación internacional, constituyen una injerencia política extranjera que puede vulnerar la soberanía nacional. Como ejemplo de la explicación de “intermediarismo” está el caso de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador en México entre 2018 y 2024. Como ejemplo de la explicación “injerencista” destacan los casos de los presidentes Daniel Ortega en Nicaragua (Muñoz-Grandé & Chávez-Becker, 2025) y Nayib Bukele en El Salvador (Muñoz-Grandé & Aguilar Vázquez, 2025).
Otra explicación del fin de las ONGs, asistenciales y de desarrollo, además de la escasez de recursos, es que las ONGs enfrentan un marco legal cada vez más regulado, con mayor demanda de institucionalización y con mayores requerimientos de información que elevan sus costos de transacción haciéndolas poco sostenibles en el tiempo. Los controles internacionales en materia de prevención de lavado de dinero son un ejemplo de elevados costos de información para las ONGs.
Además, o tal vez como consecuencia de estos altos costos de transacción, las ONGs operan bajo lógicas burocráticas que alejan a los jóvenes, particularmente de las generaciones Millennial y Z, de la intención de formar organizaciones tradicionales. Desde luego que estas generaciones tienen motivaciones solidarias, pero demandan soluciones organizacionales cada vez más flexibles (soluciones más líquidas, diría Bauman) y menos burocratizadas. En esta encrucijada emergen formatos asociativos innovadores que van sustituyendo a las viejas formas de asistencia y desarrollo social. Entre ellas destacan los emprendimientos sociales que cada vez se estudian más en las universidades y en los circuitos tanto societales como académicos. Así, los emprendimientos sociales pueden ser la consecuencia de la disminución y el modelo sustitutivo de las ONGs asistenciales.
Otra hipótesis está relacionada con el mayor involucramiento de las empresas en temas sociales, ya sea desde la lógica de filantropía corporativa, de desarrollo corporativo comunitario (corporate community development) o desde la responsabilidad social corporativa “hacia afuera”; las empresas empiezan a ocupar espacios dejados por las ONGs asistenciales y de desarrollo. Aunque con otras lógicas de intervención e intereses, las empresas adoptan distintos formatos de atención de necesidades de mercado. Una de esas formas es la creación de fundaciones empresariales que fungen como brazo social de la corporación. Al respecto, Villareal y Butcher (2014) revelaron que en 2014 había 131 fundaciones de este tipo en México de las cuales el 64% fueron creadas por alguna de las 500 empresas más importantes del país y que, en términos financieros, representaban en su conjunto el 35% de las donaciones deducibles de impuestos. La incursión de las empresas en temas sociales es una tendencia global. Algunas incorporan criterios más afines a su labor económica a partir de un análisis de cadena de valor donde participan las ONGs creando valor para ambas partes. Otras lo hacen desde una lógica de filantropía tradicional aportando recursos a causas que pueden o no guardar relación con el giro de la empresa y en donde la dependencia financiera puede poner en riesgo la gobernanza de la ONG en la toma de decisiones tanto de gestión como de elección de causas sociales.
Otra hipótesis se centra en el polo de “ONGs–Estado” cuyo énfasis encalla en la función política de las organizaciones como contrapesos de los poderes públicos; así como en su función de actores de la gobernanza mediante la participación en el codiseño, cogestión y coevaluación de las políticas públicas, o incluso en su papel de anti-sistema y anti-derechos. Así, el polo de “ONGs–Estado” se ubica en la discusión más amplia de Esfera Pública (Habermas, 1998) en la que coexisten y se interrelacionan diversos actores individuales y sujetos sociales con posiciones variadas y diversas, incluso contradictorias, eliminando así la idea de excluyente de “buena sociedad”. Bajo esta noción coexisten diversos formatos asociativos entre los cuales destacan los que aparecen en la figura 1 y que se pueden definir de la siguiente manera.
- Organizaciones de defensa de la democracia. Asociaciones de adhesión voluntaria que defienden los principios democráticos, actúan como observadores electorales, como formadores de ciudadanía desde cualquier ideología política, sin perseguir el poder político ni económico. Incluye aquellas encaminadas a la defensa de las libertades de expresión, reunión pacífica y asociación que configuran el espacio cívico.
- Asociaciones de derechos humanos. Organizaciones de defensa de derechos de minorías, grupos excluidos por raza, religión, preferencia sexual, condición migratoria o profesión; cuyos derechos pueden ser vulnerados por el Estado o los actores del mercado.
- Think Tanks. Orientadas a la investigación independiente o semi-independiente, fundada por ciudadanos o incluso financiadas y conformadas por empresas o empresarios. Dedicadas a la producción, análisis y difusión de conocimiento especializado, regularmente en temas de política pública, economía, relaciones internacionales o desarrollo social con el objetivo de influir en la toma de decisiones y el debate público.
- Uncivil society organizations. Las organizaciones de la sociedad incivil son agrupaciones, movimientos o asociaciones voluntarias que promueven valores, prácticas o fines que socavan la democracia, los derechos humanos o la convivencia pacífica (Kopecký & Mudde, 2005).
- Loyal society organizations. Organizaciones sociales o cívicas que aceptan la autoridad política existente y operan dentro de los límites definidos por el régimen, sin desafiar sus estructuras de poder. Estas organizaciones pueden participar en actividades sociales o cívicas, pero su actuación refuerza la legitimidad del Estado, en lugar de promover autonomía o control ciudadano. Algunas organizaciones creadas por políticos con motivaciones electorales son ejemplo de ellos, al igual que las organizaciones “corporativizadas” (en el sentido mexicano del término) que bajo una figura legal de organización no lucrativa operan partidariamente, es decir en favor de un partido político a través de la obtención de fondos y movilizaciones sociales destinados a fines partidarios.
- Governmental-Nongovernmental Organizations (GONGOs). Organizaciones que formalmente pertenecen al sector no gubernamental, pero son creadas, financiadas o controladas por el Estado para simular participación ciudadana o canalizar la acción social bajo control político. Se caracterizan por su bajo nivel de independencia tanto financiera como de gobernanza en donde las decisiones directivas y el nombramiento de sus autoridades están determinadas por alguna instancia gubernamental, local o federal.
- Agrupaciones políticas nacionales. Las APN no son partidos políticos, son organizaciones de carácter político con reconocimiento legal, pero sin derecho a postular candidaturas. Pueden, sin embargo, coaligarse o adherirse a partidos, participar en el debate público y acceder a ciertos apoyos institucionales.
- Partidos políticos. Entidades de interés público que tienen como fin promover la participación ciudadana en la vida democrática, contribuir a la integración de los órganos de representación política y hacer posible el acceso de los ciudadanos al ejercicio del poder público, de acuerdo con los programas, principios e ideas que postulan.
En síntesis, probablemente estemos en el final de la era de un tipo particular de ONGs, las asistenciales y de desarrollo derivada, sí de un proceso continuo de agresión institucional por parte de gobiernos jerárquicos, pero también de un largo proceso de burocratización que trajo consigo altos costos de transacción para las organizaciones y de la ocupación de espacios por parte de las fundaciones empresariales y las iniciativas de responsabilidad social corporativa.
Referencias
- Anheier, H. K., & Salamon, L. M. (1998). Nonprofit Institutions and the 1993 System of National Accounts. In The Johns Hopkins University.
- Busch, S., & Hadden, J. (2025, July 3). The End of the Age of NGOs? How Civil Society Lost Its Post–Cold War Power. Foreign Affairs.
- Casey, J. (2016). Comparing Nonprofit Sectors Around the World: What Do We Know and How Do We Know It? Journal of Nonprofit Education and Leadership, 6(3). https://doi.org/10.18666/jnel-2016-v6-i3-7583
- Casey, J., Dalton, B., Melville, R., & Onyx, J. (2010). With Compacts. Voluntary Sector Review, 1(1), 59–76. https://doi.org/10.1332/204080510X497019
- Chávez, C., & González, P. (2018). Las Organizaciones de la Sociedad Civil en México. Hacia una reforma de la LFFAROSC. In I. B. Domínguez (Ed.), Instituto Belisario Domínguez. http://www.bibliodigitalibd.senado.gob.mx/bitstream/handle/123456789/4157/Cuaderno_LFFAROSC_IBD.pdf?sequence=1&isAllowed=y
- Edwards, M. (2013). The Oxford Handbook of Civil Society. In Political Studies Review (Vol. 11, Issue 2).
- Habermas, J. (1998). Teoria De La Accion Comunicativa. PhD Proposal, 1.
- International IDEA. (2025). The Global State of Democracy 2025: Democracy on the Move. In The Global State of Democracy 2025: Democracy on the Move. International Institute for Democracy and Electoral Assistance (International IDEA). https://doi.org/10.31752/idea.2025.53
- Irarrázaval M; Streeter P., I. S. (2020). Relación Estado-OSC: Experiencia internacoional y orientaciones para Chile.
- Kopecký, P., & Mudde, C. (2005). Uncivil society?: Contentious politics in post-communist Europe. In Uncivil Society?: Contentious Politics in Post-Communist Europe.
- Levitt, T. (1973). The Third Sector: New Tactics for a Responsive Society. Amacom.
- Mertens, S. (2008). Measuring the Social Economy in the Frameworks of the National Accounts.
- Monzón, J. (2006). Economía Social y conceptos afines: fronteras borrosas y ambigüedades conceptuales del Tercer Sector. CIRIEC – España. Revista de Economía Pública, Social y Cooperativa, 56, 9–24.
- Muñoz Grandé, H. (2015). Marco institucional de las OSC en México: Retos de segunda y tercera generación para la relación cooperativa entre el gobierno y las OSC en la búsqueda de los ODS. In Diplomacia Ciudadana y Desarrollo Sostenible en México (pp. 273–298).
- Muñoz-Grandé, H., & Aguilar Vázquez, L. E. (2025, October 13). Gobernanza jerárquica y espacio cívico en El Salvador: del Bukelismo al Bukelato. Incidencia Pública y Espacio Cívico. LAOMS-CIIECH-UNAM. https://incidencia.laoms.org/2025/10/13/gobernanza-jerarquica-espacio-civico-salvador-del-bukelismo-al-bukelato/
- Muñoz-Grandé, H., & Chávez-Becker, C. (2025, April 29). Gobernanza jerárquica y espacio cívico en Nicaragua. Incidencia Pública y Espacio Cívico. LAOMS-CIIECH-UNAM. https://incidencia.laoms.org/2025/04/29/gobernanza-jerarquica-espacio-civico-nicaragua/
- Salamon, L. M. (2000). The nonprofit sector: For what and for whom? In Working Papers of The Johns Hopkins Comparative Nonprofit Sector Project. http://www.politiquessociales.net/IMG/pdf/forwhat_2_.pdf
- Salamon, L. M., & Sokolowski, S. W. (2016). Beyond Nonprofits: Reconceptualizing the Third Sector. Voluntas, 27(4), 1515–1545. https://doi.org/10.1007/s11266-016-9726-z
- Villar, R., Butcher, J., Gandini, L., & Sordo, S. (2014). Fundaciones empresariales en México: un estudio exploratorio. In CIESC; Cemefi. www.ciesc.org.mx%5Cn


